sábado, 18 de febrero de 2012

El des-Gobierno



Acabamos de contemplar la victoria electoral de un partido político a las elecciones generales del estado español.
Esta vez le ha tocado el turno al pepé.

No importa quién gana, la verdad es que a los ciudadanos nos da (para ser más precisos, “nos debería dar”) exactamente igual. Lo que realmente importa es lo que ocurre a continuación, cuando puestos de responsabilidad son ocupados por personajes ligados al partido ganador.

Veamos: En primer lugar se divide el estado en áreas de gestión (presidencia, vicepresidencias, ministerios, secretarías de estado, direcciones generales, etc.) y, a continuación, se procede a asignar políticos del partido ganador a ocupar estos puestos.

Y aquí es donde comienzan nuestras desgracias y calamidades seculares.

La razón es el total desconocimiento y la incompetencia, en entornos de gestión, de una profesión denominada “Político”, sin otro “expertise” demostrado más allá de la habilidad -que realmente hay que concederles- para situarse (mediante codazos, relaciones, aciertos en las lealtades, etc. y suerte, mucha suerte) en la primera línea de los partidos.


Y es que, con el “espléndido bagaje” que lleva un político a su espalda, se le asigna la dirección, sin la menor competencia o experiencia en la mayoría de los casos, de asuntos tan importantes para el estado como la presidencia del gobierno, la vicepresidencia, la enseñanza, la sanidad, la defensa, etc., etc., etc.



Es decir: Al responsable de campaña le asignamos un ministerio; al portavoz parlamentario otro ministerio; al que ha dilapidado los fondos de una comunidad autónoma, otro ministerio; etc., etc.

Sí, ya sabemos que los partidos tienen “catedráticos” en sus filas, y también sabemos que en los partidos políticos hay “especialistas” en las diferentes materias a debatir, supuestamente, en el congreso.
Pero estos personajes son, a lo sumo, teóricos o analistas que, en general, nunca han ejercido dirección alguna.

Estos personajes nunca han trabajado como nosotros, los gentiles, de 8h a 20h durante años y años, aprendiendo el oficio y avanzando paso a paso hasta alcanzar, tras arduos esfuerzos, la excelencia en la profesión y, algunos elegidos, la dirección de las empresas.

Y hay que recordar que estos genios, en pura teoría, van a dirigir el destino de los ciudadanos del país y de sus empresas. Es decir, sus decisiones van a afectar, “en pura teoría” (vuelvo a repetir), a organizaciones de la talla de Telefónica, Repsol, Endesa, Inditex, Santander, BBVA, etc., etc., así como al resto de las empresas –grandes, medianas y pequeñas- de este país.

Dicho de otra manera: "Políticos" como Mariano, Soraya, Cospedal, Guindos, Montoro, Bañez, Soria, Mato, y el resto de la panda, van a ser “los jefes” de Botín, Alierta, Sanchez Galán, Ortega, Entrecanales, Rato, Aldecoa, Fainé, Roig, etc.

¿Les van a poner las pilas?  ¿Os imagináis?


Una cosa es teorizar o analizar -sobre el papel, o en el estéril congreso de los diputados-, y otra muy distinta “Dirigir” (con mayúscula) filarmónicas.

Es como si a un prestigioso e ilustrado crítico taurino le ponemos delante del toro: Cornada segura.

Y eso es lo que le ocurre, de manera sistemática, a esta “piel de toro”.
Todo son cornadas.

¿Qué otra cosa podemos esperar?
País…


abap



jueves, 16 de febrero de 2012

¿Qué con 50 años ya no sirvo…?



“¿Qué con 50 años ya no sirvo…?  ¡ja!”

Steve Jobs, una leyenda


Eso me decía un buen amigo, frustrado por la sinrazón de las cabezas pensantes de este país.
Y es que si buscas trabajo con esa edad -o superior, por supuesto- lo llevas claro.

También me contaba que, durante los últimos años de su vida profesional, en demasiadas ocasiones tuvo que apagar fuegos, fuegos provocados por profesionales noveles liderando proyectos, que ni habían podido evitar las llamas, ni habían podido sofocarlas.
Que habían recurrido a él a modo de bombero, pero que ni pagado ni agradecido, y que él mismo le había ahorrado a su compañía un puñado de millones de euros.
Y no le echaba la culpa al joven jefe de proyecto, que hacía lo que podía y que solía terminar frustrado, sino al lumbreras que era su superior y que le había puesto al frente de un proyecto para el que no estaba preparado.

Increíblemente, mi amigo fue despedido.

Y el único supuesto motivo que él encuentra para justificar su despido es... su “avanzada” edad.
Joder, ¡qué fuerte!

Creo que no exagero si afirmo que el directivo más admirado del mundo tiene nombre propio: Steve Jobs. Me gustaría recordar a los responsables de las grandes compañías (corrijo: irresponsables de las grandes compañías) que Steve Jobs murió con 56 años sin que nadie se atreviera a afirmar, ni siquiera a insinuar, que "estaba mayor" y que ya no servía para los negocios.

Y es que cuando uno ya ha rebasado los 50 años lleva sobre sus espaldas muchas experiencias, unas buenas y otras malas, y que entre todas le hacen a uno más sabio.

De manera recurrente se mencionan dos motivos –tan absurdos como estúpidos- para justificar la prescindibilidad de profesionales de más de 50 años: 1. Que su remuneración es muy alta, y 2. Que ya no son moldeables, que ya no se tragan cualquier “milonga”.

En cuanto al primer argumento, se puede afirmar con total seguridad que la experiencia y el saber hacer de un profesional experto justifican -de largo- un sueldo que, por otra, no suele diferenciarse del que se le otorga a quien le sustituye, con mucha menos experiencia y con gran riesgo de meter la pata y hacer perder una pasta a su compañía.

En cuanto al segundo motivo de prescindibilidad me temo que tienen razón: Un profesional de verdad, curtido en mil batallas, ya no se come el primer rábano que algún desaprensivo quiere hacerle tragar. Pero, curiosamente, y resulta absurdo por lo paradójico de la argumentación, queridos irresponsables de las grandes compañías de este país:
¡Ese es su fuerte, joder, ése es su gran valor!

¡Dios mío, qué país!

abap


martes, 14 de febrero de 2012

¿Somos poco productivos?

Eso dicen ellos.
Cada vez que se reúne la patronal con los sindicatos aparece la recurrente cuestión: Somos poco productivos.

Pero no, no es que los sindicatos se lo achaquen a la patronal, no; es la patronal la que se lo achaca a los sindicatos.
Curioso…

El objetivo de la patronal es claro: si trabajan más por lo mismo, la productividad aumentará.
¡Claro!
Como dice mi amigo Jesús: "...Y si mi abuela tuviera dos ruedas, sería una bicicleta".

Y mientras tanto los sindicatos, esos sindicatos subvencionados que dicen que representan a los trabajadores: calladitos, casi avergonzados...



Y yo me digo: En esto de nuestra baja productividad… ¿no tendrán más responsabilidad los patronos que los trabajadores?

Si se trata de cargar mercancía de un almacén, seguro que los alemanes (por ejemplo) son más eficientes con esos almacenes inteligentes y robotizados, y los trabajadores españoles, a golpe de ojos, memoria y bíceps, no pueden competir con esos robots alemanes.

Y si se trata de hacer una zanja, seguro que los pobres españolitos, insultados, tildados de vagos, con sus picos y sus palas, no podrán competir con los finlandeses (otro ejemplo), esos “supermanes” que disponen de maquinas excavadoras para hacer la misma zanja.

Pero no, resulta que la responsabilidad es de los trabajadores.
¡Qué país éste!

Dicen que somos unos vagos.
Y cada vez que paso por esos inacabables olivares andaluces, con millones y millones de olivos a cosechar, o cuando veo las terrazas en alturas inverosímiles en Gomera para cultivar un puñado de vides, me atrevo a pensar que, ni mucho menos, somos unos vagos.
Y maldigo a los que osan insinuar tal cosa.

Sin embargo, las causas reales ya las conocemos desde hace siglos, pero somos olvidadizos. En El Cantar del Mío Cid, en relación a Rodrigo Díaz de Vivar:
“Que buen siervo, si tuviera buen señor”.


abap


¿Reforma laboral?


Juan Rosell, presidente de la CEOE.
Los empresarios están encantados con la reforma laboral. Se les nota en la cara.

Finalmente, la indemnización, en uno de los supuestos (simplemente por poner un caso), será de 33 días por año trabajado.

Y yo me pregunto: ¿Y por qué 33 días y no 20? ¿Ó 35?
¿O ningún día?

El problema de estos chicos es que, como todos, no centran el tiro.

¿Son realmente 33 días su mejor idea, su mejor razonamiento?
Por supuesto, lo han meditado profundamente, ¿no?

¿O es, simplemente, lo más que se han atrevido a plantear?
Esta es su reforma “agresiva”.
Es decir, de ahí no bajarán, ¿no?

Quiero motivos, necesito razones que justifiquen esos 33 días.
¿Por qué 33 días por año trabajado?

¡Ay, ingenuo de mí!, pensar que hay razones, reflexiones, razonamientos, finalidades…

No han hablado de la propia naturaleza de la indemnización, ni de la cobertura social de los desempleados, ni del estado del bienestar…
Simplemente, han bajado a 33 días.

Eso sí, nuestros colegas europeos –y los mercados- van a alucinar con nosotros.

¡Con dos cojones!


abap


¿Quiénes somos, qué hacemos?





Político español trabajando

En 1978 se aprueba la nueva constitución española.

34 años más tarde, parece haber consenso en que:

- La administración pública es pesada, ineficiente y excesiva. En ocasiones, algunas responsabilidades públicas están replicadas en las administraciones estatal, autonómica, y municipal; es decir, se encuentra triplicada.

- No quedan claras las funciones del Senado y parece un órgano prescindible, además de caro de mantener y perfecto para la praxis del clientelismo, hoy de unos, mañana de los otros.

- Las diputaciones provinciales carecen de sentido con la nueva organización territorial establecida en la constitución.

- Hay demasiados ayuntamientos y, como consecuencia, hay municipios con una dimensión que no justifica la existencia de una administración propia y su coste es demasiado elevado para ser costeado por sus escasos ciudadanos. Hay que fusionar ayuntamientos.

- Todas las administraciones presentan un nivel de “clientelismo” excesivo, demasiados “cargos de confianza” sin responsabilidades definidas.

- El estatuto del empleado público (los funcionarios, para entendernos) es un antídoto para la productividad y la eficiencia de la administración.

- De las 17 comunidades autónomas, sólo 4 no disponen de TV autonómica propia, y varias de ellas disponen de más de un canal de emisión; y aparte de su dudoso carácter público, todos son deficitarios, muy deficitarios.

- La eficiencia de la investigación pública en España, con un presupuesto nada desdeñable, es cuestionado sistemáticamente, y sus resultados parecen más que dudosos.

- etc., etc., etc.


¡¡¡33 años más tarde!!!


¿Podría alguien aventurarse en predecir CUÁNDO se habrán resuelto estos “problemillas”?

¿Realmente pensamos, creamos, resolvemos,…?
¿Hacemos algo?

¿HACEN ALGO?

¿Por qué les votamos?
¿Qué extraña locura nos lleva a entregarles nuestro voto?


abap


Tomadlo todo





No me ha quedado más remedio que aceptarlo: Estamos en crisis.
Pero me ha costado.
He tenido que ver los millones de parados y los miles de pymes difuntas para, finalmente, aceptar que estamos en crisis.

Pero… ¡qué crisis más curiosa!
Me recuerda a las modernas guerras selectivas de los yankees. Y es que esta crisis es también selectiva, no afecta a todos: Sólo afecta a los currantes y a las pequeñas empresas.

Por el contrario, vosotras, queridas empresas IBEX35, parecéis inoculadas, seguís batiendo –milagrosamente, trimestre a trimestre- records de beneficio.

Por favor, seguid anunciando vuestros suculentos beneficios a bombo y platillo; de verdad, no nos importa; nos encanta observar, desde la cola del paro, cómo ganáis tantísimo dinero, cómo os estáis forrando.



Las empresas IBEX35 no tenéis que vender vuestros activos para sobrevivir en tiempos de crisis.
¡No, por favor! 
Tomad nuestro dinero, ese dinero que tanto nos cuesta adquirir en “los mercados”, y sanead vuestros negocietes tras haber metido la pata hasta las gónadas.
Vosotros no vendáis vuestro patrimonio, no sea que vuestros balances se vean afectados y vuestros beneficios mermados.
Ya los malvendemos nosotros.

No, no paguéis lo que os habéis buscado con vuestra nefasta gestión de vuestros negocios, ya lo pagamos nosotros.

Vosotros que ya os quedasteis con los monopolios y otras empresas que nos pertenecían a todos los españoles (Telefónica de España, Campsa, Tabacalera, Endesa, Argentaria, Enagas, Ence, Gesa, Acesa, Red Eléctrica, Aldeasa, etc., etc., etc.), seguid, por favor, y rematad la faena con lo poco que habéis dejado.
Continuad con lo que queda de todo aquella actividad -todavía pública- que huela a dinero. Y tomad, asimismo, los exiguos fondos que ya nos quedan para que podáis “sanear” los negocietes recién robados (perdón, "privatizados").

Quedaos con las Cajas de Ahorro -públicas ellas- que habéis hundido, y no os preocupéis que ya nos quitaréis los fondos que necesitéis para reflotarlas.
Quedaos con los servicios públicos que vais a privatizar para mejorar aun más vuestras cuentas de resultados y vuestro total control del cotarro.
Y quedaos también con los derechos que los currantes hemos conseguido acumular al cabo de tantos años.

Por favor, tomadlo todo, no os limitéis.
No esperéis más, ya estamos suficientemente acobardados.
Pero hacedlo rápido, así nos dolerá menos.
No queremos que os enfadéis y todo se vuelva peor de cómo lo estáis dejando.

Y sabed, finalmente, que ya no vamos a utilizar cinturón: Así todo será más rápido y sencillo.


abap


Son muy malos


Hace unos días oía comentar: ¿Has visto la “pedazo de” Biblioteca que nos ha construido nuestro alcalde?
“¿Qué nuestro alcalde nos ha construido qué…?”, pensaba yo.
Vaya, siempre pensé que los fondos para construir obras públicas los aportaban los ciudadanos, pero parece que, en el municipio donde respiro, los fondos los aporta el alcalde de su propio bolsillo.
¡Viva mi alcalde!


Este edificio es... ¡una biblioteca!

En España se hacen construcciones públicas, con nuestro dinero, con una funcionalidad ignorada en demasiadas ocasiones en aras de la grandiosidad megalómana y publicitaria de la obra, sin mostrar el más mínimo respeto por el origen de los fondos; es decir: los ciudadanos.

Y es que nuestro dinero es “muy barato”, es muy fácil de obtener: Si hace falta dinero, se suben los impuestos. Y si hace falta más, se suben más.

Pero…
En este momento, entre otras muchas desgracias que estamos soportando, hay una crisis de consumo (y, por consiguiente, de producción; y, por consiguiente, de beneficios empresariales; y, por consiguiente, hay paro; y, por consiguiente…).
¿Y cómo vamos a consumir? Después de pagar los impuestos, la hipoteca, los recibos, el colegio, la comida,… ya no nos queda nada para consumir más allá de lo imprescindible.

Estos señores –estoy siendo muy generoso por tildarles de señores- carecen de vergüenza, de sentido de la responsabilidad y de sentido común-, y han conseguido, después de tres décadas de despilfarro, endeudar a los municipios (es decir, a los ciudadanos, a todos nosotros) a unos niveles muy preocupantes, y dejar vacíos los bolsillos de sus “representados” (sí, sí, sus representados, por increíble que parezca).

Nos está bien empleado, por insistir en elegir a estos tuercebotas.

Pero… ¿Qué podríamos esperar? ¿Qué es un político? ¿Un premio nobel?

Por favor, repetid conmigo: “Mea culpa”.


abap


La mala cabeza nacional

   

Obras megalómanas cuya funcionalidad no parece ser el principal objetivo de su construcción, y cuyo coste no parece haberle importado a nadie: Aeropuertos por doquier, obras arquitectónicas de última generación, puentes inverosímiles, palacios de congresos a todo trapo, exposiciones universales estériles, tranvías urbanos deficitarios, puertos deportivos, actuaciones urbanísticas dudosas, bibliotecas que harían palidecer a la de Alejandría, casas "de cultura" colosales, auditorios que podrían acoger a la Filarmónica de Berlín, etc., etc.
¡¡¡Millones y millones y más millones de euros!!!
(Nuestros ex-euros…)

¡Esto es jauja!

Ciudad de la Cultura (vaya tela...)
Santiago de Compostela


Este país ha perdido el norte. De tanto repetir que somos la octava “potencia” planetaria, hemos llegado a creérnoslo.

Políticos... ¿Adónde nos habéis llevado?

Atención, pregunta tonta: En política… ¿Hay responsabilidades penales?
Aaaaaahhh, ya.
Vale, vale.
(Me lo imaginaba).

Pero..., por otra parte..., ¿de qué nos extrañamos?
Como todos sabemos, los políticos no se caracterizan
ni por sus conocimientos, ni por su rigor, ni por su prudencia en la gestión de nuestro dinero, ni por su respeto a los ciudadanos (nosotros), ni por su preparación profesional, ni por sus cualidades de gestión, ni por su brillante historial, ni por su…, ni por su…, ni por su…, etc., etc., etc.

Pero coño, ¿Por qué les votamos?

Ya lo sabéis, ¿verdad?, ya sabéis lo que voy a decir ahora.
Por favor, permitidme que lo repita una vez más, pero esta vez me gustaría que lo repitiéramos todos a coro:
Te-ne-mos lo que nos me-re-ce-mos.
(Si queréis, le ponemos música).

¿Y ahora qué?
Pues nada, ahora toca “plan de ajuste”.
¿Ajuste de qué?
Ajuste de la mala cabeza nacional.


abap

(Atención, una adivinanza: ¿Quién se ha llevado la pasta?)




lunes, 6 de febrero de 2012

¿Innovación? No se enteran



Asisto, con mi sorpresa e incomprensión habituales, cómo los estamentos “oficiales” (gobierno, patronal, sindicatos) de este país nuestro, España, se reúnen y deciden –mejor dicho, “intentan”- hacer de España un país innovador.

Y claro, como no es suficiente con decidirlo, y después de gastar una o dos neuronas, llegan a la conclusión de que lo van a conseguir a través de… ¡La formación!
¡Bien!
Digo… ¡Mal!

Muy mal. Estos chicos no se enteran de nada.



Por su parte, el Ministerio de Ciencia e Innovación (bonito nombre…) lo intenta a su vez financiando proyectos de I+D+i. El problema es que para financiar proyectos innovadores, tendrás que llevar antes la innovación a las empresas, ¿no te parece?
 
No lo van a conseguir nunca, así es imposible.
Esa estrategia sólo les va a llevar –nos va a llevar- al fracaso.

Pero no sólo no se enteran ellos; la inmensa mayoría de las empresas españolas están de acuerdo en que “eso de la innovación está mu güeno”, y ahora, de repente, todos quieren ser innovadores.
Y entonces, se gastan una pasta en… ¡Formación! (otra vez, pufff).
Y... ¡hala, todo el mundo a innovar!

Y teniendo en cuenta que una gran parte del costo de esa formación está subvencionada (es decir, la pagamos nosotros, los pringaos, para que –supuestamente- se beneficien las empresas), pues como que me pongo de mala hostia.

Y como además soy amante de las cosas bien hechas, pues me pongo de más mala hostia al ver cómo estos incompetentes nos llevan una vez más, con ese empeño secular del que hacen gala, al fracaso y a la frustración nacional.

Y esto no es invención mía, lo he visto con mis propios ojos en prácticamente todas las empresas que he tenido que visitar por motivos profesionales. Y no hablo de “Pepito Pérez y Hnos.”, no. Hablo de empresas “de postín”, de esas que son bandera de la industria nacional (IBEX35 y afines).
Muchas de ellas apuestan por "Políticas del terror", en las que ningún sufrido y estresado empleado puede asegurar que al día siguiente va a seguir en su puesto de trabajo.
Apuesto lo que queráis a que no lo van a conseguir.

Y no lo van a conseguir porque sus directivos, esos que lucen "Graduated in USA" y flamantes MBA, no huelen el queso.
“Lo que natura no da, Salamanca no presta”.
Y esto me lleva a una pregunta que desde hace muchos años llevo haciéndome de manera recurrente: ¿Cuáles son los criterios –los fucking criterios- para elegir a los altos directivos de las empresas?
Hasta el momento, y después de muchos años intentando descifrar este enigma, he llegado a las siguientes –y tristes- conclusiones:

1. Se elige a los altos directivos por confianza, pero en ningún caso por competencia.

2. Un directivo con criterio propio es molesto e ineficiente, rompe la cadena de mando: Las órdenes que vienen desde lo más alto se interrumpen y eso no se acepta, por más absurdas, torpes e inoportunas que sean las instrucciones.

3. Se eligen por criterios un tanto sicodélicos: “se relaciona bien”, “tiene buena imagen”, etc. Curioso que a un Director de Producción se le contrate porque es simpático y no por ser el que más tornillos saca de la fábrica…

En resumen: Incompetencia general.

Alguien podrá decir que es fácil decir que algo está mal sin proponer, a continuación, la solución.
Bien, tiene razón, pero es que todavía no pierdo la esperanza de hacerme rico enseñando a estos incompetentes como llegar a la innovación, jejeje.


abap


Israel apunta a Irán


Batería israelí de defensa antimisiles
Empecemos por leer los mensajes subliminales que nos están mandando últimamente para que vayamos preparándonos para la guerra del futuro, la próxima.

Desde que Irán está desarrollando tecnología nuclear, los judíos, pobrecitos, están más mosqueados que un pavo en Navidad. Está claro que los judíos no van a permitir que los iraníes dispongan de armas nucleares, las tengan o no. La prensa judía (controlan el 90%) está preparando el terreno para que sepamos que este verano le van a dar hostias a Irán hasta que rebuznen los "ayatoleños".

Anticipemos descaradamente la noticia: Observad que los judíos se están desmarcando de los yankis para, por su cuenta, darle un repaso militar contundente a Irán. Además coincide "por casualidad" que los países árabes de más peso, Siria y Egipto, tienen problemas internos (léase primavera árabe) que no les dejan apoyar nada, más que a sí mismos.

Resumiendo: Para mayo o junio habrá fuegos artificiales en Irán.

Naturalmente los bombardeos serán selectivos, y la actitud del ejército yanqui-israelí claramente defensiva, manteniendo la "paz duradera" que empezó Bush con Irak, continuó Obama con Libia, y seguirá Obama con Irán, abandonando Afganistán pues han comprendido -como en Vietnam- que lo mejor es "Yanquees go home". Resalta la negra etiqueta de Obama, que para ser premio nobel de la Paz ya se ha metido en 2 guerras y ha amenazado de muerte a Irán. No está mal.

A ver si los rusos y los chinos, de una puta vez, pegan un puñetazo en la mesa de la ONU y ponen a los yanquis en su sitio, y que se metan la democracia de la ONU por donde les quepa.


cava

Comparte este blog

Twitter Favorites